Las palmeras se movian rapidamente, por causa de las rafagas de viento voluminoso que se extendia. Todo tenia mui poco sentido, hasta que una leve y feroz tormenta ahogo a los deviles, y hirio a los mas fuertes, haciendolos cada vez mas vulnerables ante la reccion del mar, el mar tan intenso y poderoso. No tuvieron mas remedio que huir hacia la pradera. La pradera se seco donde alli se ocultaban las personas mal heridas, soportaron frio, sed pero aun asi tuvieron el valor y la fortalesa de seguir paso a paso, superar esa cruel vida que llevaron durante años. Pero siempre que llovio paro. Nada es impocible tan asi que nada es para siempre.
Duras y criticas palabras de Rocio Rojas.
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